Nebrija: Los inicios de la enseñanza del español

El mismo año que las embarcaciones capitaneadas por Cristóbal Colón llegaran a lo que hoy conocemos como el continente americano, 1492, Antonio de Nebrija publicaría la ‘Gramática de la lengua castellana’, considerada por muchos como la primera piedra de importancia en la construcción de la historia de la enseñanza del español.

Antonio Martínez de Cala y Xarana, más conocido como Elio Antonio de Nebrija, fue un humanista español que gozó de gran fama ya como colegial del Real Colegio de España de Bolonia. Fue, además, historiador, pedagogo, lingüista, lexicógrafo, impresor, editor, cronista real, escritor y poeta.

Para poder considerar a Nebrija como precursor de la enseñanza del español, debemos rescatar una cita que el propio autor incluyó en el prólogo de la obra anteriormente citada y donde puede leerse:

“Y cierto assi es que … todos los otros que tienen algún trato y conversación en España y necesidad de nuestra lengua, si no vienen desde niños a la deprender por uso, podrán la más aina saber por esta mi obra.” (Nebrija, 192:Prólogo)

Nebrija y la gramática

Aunque Nebrija se basó en la obra de gramáticos latinos como Prisciano y Elio Donato, sus propias ideas le llevaron a discrepar de ellos en algunos puntos. Además, Nebrija consideraba que la gramática era la base de toda la ciencia y que se dividía en: ortografía, prosodia, etimología y sintaxis. Esta división ha perdurado hasta la Edad Moderna. Otra distinción que aún perdura y estableció el personaje que nos acontece es la que considera que las partes de la oración son ocho: nombre, pronombre, artículo, verbo, participio, preposición, adverbio y conjunción (en sus notas añadiría gerundio y nombre participal infinito).

Hasta Nebrija, los instrumentos más valiosos de que se podía valer un extranjero para aprender el español habían sido los glosarios y vocabularios bilingües, que probablemente se habían escrito para aprender latín, pero que podían también servir para adquirir el español a través del latín.

Las discrepancias interpretativas respecto a los orígenes (muchos críticos afirman que su obra es una mera traducción de la gramática latina) y a las motivaciones no restan importancia a la función que posteriormente desempeñó y se atribuyó a la gramática de Nebrija: esta no solamente fue un permanente punto de referencia, sino un hito fundamental en el asentamiento y consolidación de la gramática como fuente de inspiración y de recursos para enseñar y aprender el español.