La nueva era pos-COVID-19

La pandemia acaecida en el año 2020, y extensible a gran parte del año 2021, ha acarreado problemas significativos en el largo plazo pero también un cambio sustancial en la estructura social de nuestro planeta. Esta crisis más allá de acabar con procesos que se estaban desarrollando los ha acelerado. Ejemplo de ellos son la digitalización, la globalización y el envejecimiento de la población.

Además, el reto mundial que ha supuesto el COVID-19 ha puesto de relieve la necesidad de desarrollar planes específicos para otros retos que tendrán lugar en las próximas décadas como el cambio climático, y los refugiados que se provocarán por este proceso, la escasez de bienes de consumo o el uso excesivo de combustibles fósiles.

En las próximas líneas vamos a ver estos cambios o aceleraciones a nivel global para configurar el escenario en la nueva era pos-COVID-19 y cómo estos pueden afectar a los centros de enseñanza del español en nuestro país y en todo el mundo.

El envejecimiento de la población

Según la Organización Mundial de la Salud[1] entre 2015 y 2050 la proporción de la población mundial con más de 60 años pasará de 900 millones hasta 2000 millones, lo que representa un aumento del 12% al 22%. Esto viene provocado por el aumento de la esperanza de vida a nivel global y con la reducción de la tasa de natalidad en las últimas décadas, que se acentúa en este año 2020 donde se repetirá patrones similares a anteriores crisis como la de 2008.

En el caso de España, en 2019 la diferencia entre fallecidos y nacidos fue negativo y su cuantía fue de 57.000 personas[2]. Valor que se acentuará en el 2020 por el efecto de la mortalidad y en 2021 por el de la natalidad. Además, la pandemia también está afectando a los tráficos migratorios que afectará a nuestro país negativamente con menos trabajadores y nacimientos (las madres de origen extranjero representan en España el 20% de los nacimientos).

A pesar de los cambios estructurales y económicos que tendremos que generar como sociedad para dar cobertura a unos ciudadanos más longevos (mayor nivel asistencial, empresas dedicadas a nichos de mercado muy concretos y segmentados por edad, cambios en la estructura de pensiones…), la longevidad es un hecho positivo, una conquista social que permite a más gente vivir más años y en condiciones mejores.

Se deben desarrollar políticas a nivel nacional e internacional por parte de los gobiernos centrales para incentivar la natalidad y realizar los cambios estructurales de país que se necesiten. Es importante que se aborde esta cuestión sin ambages por parte de la comunidad política.

En nuestro caso, el envejecimiento de la población requerirá de nuevos planes de estudio y nuevos productos dedicados a sectores concretos de la población. La segmentación por parte de los centros educativos debe realizarse en base a diferentes grupos de edad, desterrando la idea de grupos ‘Senior’ para todos aquellos mayores de 50/55 años. Debemos tener en cuenta que al ampliarse el número de personas que conforman estos conglomerados de edad, requeriremos de productos más específicos y probablemente acciones segmentadas para captarlos como alumnos.

[1] La Organización Mundial de la Salud (OMS) es el organismo de la Organización de las Naciones Unidas especializado en gestionar políticas de prevención, promoción e intervención a nivel mundial en la salud.  

[2] Según datos del Instituto Nacional de Estadística

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La evolución al marketing 4.0: La Responsabilidad Social Corporativa y el Big Data

Como ya se ha mencionado con anterioridad, la responsabilidad social corporativa (RSC) será una de las grandes estrategias que deberán implementar los centros de educación para aprovechar los réditos que esta darán a sus marcas empresariales.

En un mercado cada vez más especializado y con una competencia mayor, los centros de enseñanza de la lengua española deben buscar nuevas estrategias y acciones que lo posicionen por delante de otras. En este aspecto, debemos destacar el éxito que ha tenido estrategias de marketing basadas en el RSC en otros sectores como el sanitario, el odontólogo o el estético.

Con la pandemia de COVID-19, los ciudadanos están más comprometidos con el cuidado del medioambiente y con el consumo en empresas responsables. Esta responsabilidad va más allá de la simple solidaridad con grupos de población en riesgo de exclusión, ya que abarca el compromiso medioambiental, la reducción de la huella de ozono, la igualdad social, la no exclusión por motivos de sexo o género, así como por la lucha de los derechos de los trabajadores, la conciliación familiar y la motivación personal de las personas.

En este aspecto, los centros ELE en nuestro país deben dar un paso hacia entidades más responsables con el entorno y mostrarlo en sus campañas de comunicación, avanzando hacia una evolución del marketing 3.0 (el que hemos denominado un marketing digital, centrado en la comunicación bidireccional y en los nichos de mercado) al 4.0 (que se destaca por una comunicación omnicanal, el desarrollo de la ética empresarial y la creación de valores).

El segundo factor que destaca en esta evolución de las estrategias de marketing es el uso masivo de datos y del internet de las cosas. Es imprescindible, como ya se ha hecho destacar en otros puntos de este informe, que fomentemos el uso de datos en las herramientas digitales existentes, poniendo de relieve las diferentes variables que conforman a nuestro estudiante para aportarle más y mejores servicios educativos.

Relacionado con este aspecto está la transición energética que se realizará en los próximos años y para la que deben estar preparados los centros de enseñanza ELE en nuestro país.

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La cuarta revolución industrial y cómo puede afectar a la enseñanza y sectores educativos.

Según el Dr. Kalus Schwab, fundador del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) y autor del libro The Fourth Industrial Revolution, una revolución industrial se caracteriza por el surgimiento de “nuevas tecnologías y maneras de percibir el mundo que impulsan un cambio profundo en la economía y la estructura de la sociedad”.

Por lo tanto, es posible identificar diferentes períodos revolucionarios en la sociedad y la industria:

  • Primera Revolución Industrial: energía basada en el vapor
  • Segunda Revolución Industrial: era de la ciencia y la producción masiva alimentada por la electricidad
  • Tercera Revolución Industrial: fomentada por la computación y las tecnologías digitales
  • Cuarta Revolución Industrial: costo decreciente de la computación y los dispositivos conectados, facilidad de implementación de algoritmos de IA, robótica, etc.

Aunque la cuarta revolución industrial es un proceso que viene fraguándose desde hace unos años (inteligencia artificial, robótica, cadena de bloques, etc) en el último año se ha visto acelerada por las consecuencias de la pandemia. Muchos de los expertos en esta materia establecen el inicio de esta cuarta revolución en el año 2020, haciéndola coincidir con el momento que vivimos. Como indica Piero Gayozzo del Instituto de Extrapolítica y Transhumanismo de la Sociedad Secular Humanista de Perú, la pandemia coincide con el inicio y desarrollo de una serie de transformaciones sociales caracterizada por la aparición y mayor uso de nanotecnologías, biotecnologías, tecnologías de la información y de las ciencias cognitivas.

De las estadísticas que se desprenden en este aspecto se destacan, según el artículo editado por Salesforce[1], las siguientes:

  • En 2017, más de tres millones de personas se conectaron a Internet y más de dos mil millones utilizaron Facebook;
  • Algunas predicciones muestran que en el 2020 será más común que las personas tengan teléfonos celulares que electricidad o agua en sus casas;
  • Los niños nacidos en el 2017 quizás nunca conduzcan un auto y deberán utilizar robots para las tareas cotidianas;
  • Los niños de hoy se verán beneficiados por el efecto combinatorio del mundo biológico, físico y digital. Participarán en los avances científicos, médicos y tecnológicos que convergerán para eliminar enfermedades;
  • 60 años después del inicio de la revolución digital (la tercera revolución industrial), aún nos estamos acostumbrando al hecho de que las computadoras están cambiando el mundo, pero la Cuarta Revolución Industrial está transformando la forma en que los seres humanos viven, trabajan y se relacionan;
  • Con la conectividad omnipresente, la transformación está sucediendo más rápido que cualquiera de las demás revoluciones industriales.

Esta revolución industrial tendrá su representación en los centros educativos por la irremediable digitalización de las aulas, el uso de dispositivos digitales para la realización de tareas e incluso exámenes oficiales. Acciones y procesos que deben ser adaptados y que deben contar con una rápida adaptación por parte de las instituciones y organismos implicados.

 

[1] SalesForce Latinoamérica. Artículo disponible en: https://www.salesforce.com/mx/blog/2018/4/Que-es-la-Cuarta-Revolucion-Industrial.html [Último acceso: 04/01/2021]