Hace apenas unas horas Turespaña ha lanzado una nueva campaña publicitaria centrada en el mensaje «I need Spain«. Como se puede apreciar desde el primer momento la idea de esta promoción es por un lado generar una nueva marca global del turismo en España (nieta del ya mítico y siempre criticado «Spain is different») y por otro apoyar esa etiqueta en una experiencia puramente sensorial y, sobre todo, emocional. Así lo demuestra la frase de arranque de uno de los spots: «Amigo, la primera palabra que he aprendido en español».
La campaña está organizada en torno a la idea de dar a cada uno de los posibles visitantes (turismo familiar, de pareja, jóvenes o mayores) lo que necesita en ese momento de su vida, de ahí la segmentación propuesta a través de cuatro anuncios. El presupuesto para lanzar esta nueva marca se eleva a los cincuenta millones de euros (un euro por cada uno de los turistas que nos visita, como ya se ha comentado en un blog).
Todo el mundo reconoce que se ha conseguido transmitir un mensaje cálido, pero la cuestión es si la realización de la campaña no se ha centrado en exceso en el punto de vista español. ¿Funcionará culturalmente esta promoción en países como Japón o Estados Unidos? ¿Cómo va a responder el mercado europeo, sobre todo, el inglés y el alemán, a una campaña de este estilo?
En cualquier caso, hay que tener en cuenta que, como dice la voz en off, «cuantas menos cosas pongas en tu maleta, más espacio queda para las vivencias».